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viernes, 24 de abril de 2015

TENEMOS IMPRESORAS 3D A MUY BUEN PRECIO Ventajas y desafíos ambientales de las impresoras 3D Las impresoras 3D pueden ofrecer diversas ventajas ambientales. Al reproducir objetos según las necesidades concretas de los usuarios, se reduce la producción en masa y, con ello, la sobreexplotación de materias primas y la generación de residuos. The Economist habla de una "Tercera Revolución Industrial" impulsada por estos aparatos. Según este semanario británico, el actual modelo deslocalizado de producir en otros países a gran escala podría dar paso a un sistema de producción local de calidad, a pequeña escala y a medida. Sin necesidad de un nuevo cambio de modelo, el diseño y la producción industrial pueden reducir su impacto ambiental. Los prototipos se pueden imprimir en poco tiempo sin esperar meses y acertar mejor con el producto final, se pueden utilizar menos procesos y recursos, hacer productos más ligeros y modulares, realizar lotes a demanda sin acumular stocks que luego puede que acaben en la basura, etc. El impacto ambiental del transporte de mercancías y productos también se reduce. Los productos se pueden fabricar de manera local, en especial las partes o recambios del mismo, de manera que no se tienen que encargar a fabricantes lejanos. La obsolescencia prematura de los aparatos, sea programada o no, tiene a un enemigo en las impresoras 3D. Los productos pueden durar más si se les sustituye las piezas estropeadas y ya no hace falta comprar un producto nuevo porque el fabricante ha dejado de hacer recambios o porque conseguirlos es muy complicado. Reparar, la cuarta erre del ecologismo, es una acción que cobra cada vez más fuerza de la mano de movimientos sociales y sostenibles como los maker o los fixer. El ecodiseño de los bienes de consumo, pensado para reducir su impacto ambiental en todas las fases productivas, podría aprovechar los sistemas de diseño 3D de manera que puedan realizarse productos más sostenibles. Las ventajas ecológicas y económicas del consumo colaborativo se pueden adaptar a la impresión 3D. Los modelos, diseñados en un ordenador, pueden compartirse con otros usuarios. De esta forma, es posible generalizarlos, mejorarlos y adaptarlos e, incluso, imprimirlos sin necesidad de conocimientos avanzados de creación 3D. Las impresoras 3D tienen también una serie de desafíos a los que tendrán que enfrentarse. Eduardo Paz, consultor especializado en marketing y tecnología, enumera varios de ellos, entre los que se encuentran los aspectos ambientales. Las impresoras 3D hacen un "alto consumo de energía", utilizan materiales para la fabricación de objetos con un "alto nivel contaminante" y generan una "dependencia de materiales plásticos" y, por tanto, de los combustibles fósiles y su impacto ambiental. Además, la futura generalización de estos aparatos podría suponer la fabricación de productos inútiles que generen más residuos. Sus defensores señalan que trabajan para hacer frente a estos desafíos, con el desarrollo de modelos más eficientes en el consumo de energía y recursos o la utilización de materiales biodegradables, reutilizables y reciclables.

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